Bienvenida al sitio de transición del IRG
El IRG trabaja sobre la gobernanza democrática al servicio de la Transición ambiental y social
El sistema económico mundial, basado en el mito del crecimiento infinito y la concentración de las ganancias, agota los recursos del planeta, aumenta las desigualdades y alimenta de manera recurrente las crisis políticas y sociales.
Frente a estos desafíos, las modalidades actuales de gobernabilidad política no cumplen con las expectativas y necesidades de los ciudadanos y ciudadanas. Fallan también a la hora de regular las interacciones sociales y económicas para el desarrollo sustentable.
En los márgenes del sistema dominante, cada vez más actores lanzan iniciativas innovadoras y significativas, de lo local a lo global. Estos actores muestran tener un compromiso con el desarrollo centrado en lo Humano y guiado por el respeto de los derechos fundamentales, la responsabilidad social, la justicia social y la preservación del medio ambiente.
Sin embargo, estas iniciativas no reorientan el modelo dominante de forma sistémica. Esto plantea urgentemente la cuestión de los factores de cambio real. Se trata de crear un entorno favorable para conectar estas iniciativas, para descompartimentarlas, para fomentar su desarrollo.
La gobernanza democrática desempeña el papel de un motor que opera al servicio de esta ambición: apunta a permitir orquestar un “ecosistema” de la Transición en el que se estructura una acción colectiva alternativa al actual modelo de desarrollo. Es mediante la construcción de regulaciones inclusivas, legítimas y responsables que se podrán forjar modelos de sociedades que propicien un desarrollo sustentable.
Creado en 2006 por iniciativa de la Fundación Charles Léopold Mayer para el Progreso Humano, el IRG se centra en el tema de la gobernanza, es decir, la forma en que se producen e implementan las regulaciones sociales. Defiende la gobernanza democrática mediante el apoyo a la aparición de regulaciones que implican a todas las partes interesadas, más allá de las instituciones individuales.
En 2016 afirma como su principal compromiso el de la gobernanza democrática al servicio de la Transición ambiental y social: una gobernanza basada en la participación ciudadana, que fomenta la creatividad y la innovación social para “hacer las cosas de manera diferente” y que refuerza la responsabilidad colectiva e individual en relación con los desafíos del desarrollo humano sustentable.
Con el convencimiento de que no puede haber transformaciones sociales ambiciosas sin acciones colectivas fuertes, el IRG trabaja con una amplia gama de actores (ciudadanos y ciudadanas, sociedad civil, instituciones públicas, empresas, universidades / grupos de reflexión). Es en la interacción entre todos estos actores, a nivel local, nacional e internacional, que podrán surgir nuevas relaciones de poder en favor de soluciones justas y duraderas.
Es por los caminos de las transiciones (alimentarias, energéticas, sociales, políticas, etc.) que la acción colectiva y regulaciones más sustentables se arraigan y fundamentan cada día un poco más.
El IRG tiene como objetivo identificar, analizar y desarrollar iniciativas innovadoras de gobernanza democrática para la Transición. Asimismo, pretende cambiar las prácticas mediante el apoyo a los actores (cuya diversidad va de los activistas a los institucionales) y promoviendo el debate público.
Para llevar a cabo su misión, el IRG realiza actividades diversificadas de investigación-acción, capitalización de experiencias, capacitación, siempre asegurándose de anclar sus análisis y propuestas en experiencias y ejercicios concretos de Transición.
En 2016, su participación se da particularmente al lado y al servicio de los actores de dos procesos: “la transición agrícola y alimentaria” y “la transición hacia solidaridades cada vez más inclusivas”.
De manera más general contribuye a reflexiones transversales sobre cómo la gobernanza democrática puede lograr y acelerar el progreso hacia un desarrollo sustentable e inclusivo.